Este taller es un reto, consiste en hacer una torre de papel, lo más alta posible, solamente a base de folios blancos sin ningún tipo de pegamento o soporte que la sustente.
Nos dividimos en grupos, pues era importante el trabajo en equipo en esta ocasión, y cada grupo pensó, ideó y construyó su torre según los criterios acordados entre todos.
La torre al finalizar el taller tenía aguantar de pie, por si sola, lo menos diez segundos para considerarla válida.
Lo interesante de este taller no era sólo el ver cuál de las torres era la más alta, que también, sino el ver como con los mismos materiales se pueden realizar estructuras tan diversas con sólo la imaginación y los criterios de un grupo.
Algunas como se puede ver poseían una estructura más robusta y otras por el contrario eran ligeras y frágiles, pero no por ello menos válidas para afrontar el reto.