En este encuentro decidimos pintar ramas de sauce que se van colgando en cuerdas para su secado. Cada cuerda pertenece a un portal diferente, por lo que se va evidenciando sobre la marcha que portales son los más participativos. Y así transcurre la jornada consiguiendo al final unas largas filas de ramas pintadas.Con toda esta acumulación de ramas pasamos a desarrollar la segunda parte del proyecto, que consiste en entrelazar éstas conformando unas formas rectangulares. Y así con esta tarea conseguimos “armar” 6 estructuras. En este momento comienza la fase final que consiste en el montaje de cada una de estas estructuras en su portal. El objetivo tiene un doble sentido, por un lado estético, ya que dota a ese espacio de un aspecto más vibrante y colorido, y por otro, camufla una ventana, sin obstaculizar la entrada de luz. Esta experiencia participativa posibilita que cada vecino realice una aportación creativa a una obra común y que pueda disfrutar continuamente al acceder a cualquiera de los portales.
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